Cafe Colcafé Granulado Instantáneo

En la producción de café soluble se utilizan dos procesos diferentes: la liofilización y el secado por aspersión. En ambos casos el café se tuesta a temperaturas de entre 190 y 210 °C. A continuación, se procede con la tarea de molido y se extraen los sólidos solubles con agua caliente, lo que se denomina extracción sólido – líquido. Ese líquido que se obtiene de esta operación recibe por nombre extracto y se centrifuga, para luego eliminar el agua por etapas.

En el proceso de secado por aspersión se utiliza una cámara de secado, donde se atomiza el extracto y se pone en contacto con aire caliente. Por su parte, en el proceso de liofilización, el extracto se seca por congelación a bajas temperaturas y posteriormente se sublima el agua a bajas presiones. Así, el café soluble obtenido equivale aproximadamente a un 40% del peso del café verde.

En cuanto a sus orígenes, podemos decir que se estima que comenzó a utilizarse durante la primera y segunda guerra mundial, cuando los ejércitos lo incluyeron en el menú diario de los soldados. Luego se popularizó y llegó a los hogares, siendo en la actualidad una de las alternativas más populares, de hecho, cerca del 50% de café verde del mundo se utiliza para producir café soluble y eso se debe al gran mercado que este producto tiene.

Indudablemente, aquí la premisa es la rapidez y facilidad con la que se prepara una taza de café soluble, porque sólo basta con calentar el agua y colocarla en una taza a la que previamente se le haya añadido el polvo de café, luego se bate y finalmente, se obtiene la infusión en pocos minutos.